Las Guerras de la Reivindicación tuvieron lugar durante la Era de la Apostasía que sucedió en el M36. Muchos asesinos del Oficio Asesinorum fueron corrompidos igual que otros miembros del Adeptus Astra Telepática, la Eclesiarquía, el Administratum y la Guardia Imperial.
Descubiertos por el Gran Maestre se produjo una batalla encubierta que tuvo lugar en el interior de los muros del propio Palacio Imperial, y en la que murieron muchos inocentes bajo las terribles artes de matar que los Asesinos utilizaron en esta guerra. El antiguo arsenal del Oficio Asesinorum fue abierto y volvieron a utilizarse armas terroríficas, armas que habían sido prohibidas por el Senatorum Imperialis desde su descubrimiento como gases nerviosos que alteraban el código genético contaminaron los pasillos o cabezas nucleares de neutrones que destruyeron alas enteras del Palacio Imperial.
El Ordo Malleus recibió un informe del Gran Maestre que relataba todo lo que había sucedido durante las Guerras de la Reivindicación encargando al inquisidor Jaegar, previa corroboración de la veracidad del informe, la reorganizar el Oficio Asesinorum, para que algo como las Guerras de la Reivindicación no volvieran a ocurrir. Para esto creó el Ordo Sicarius, encargado de supervisarlo, e instaló una serie de reformas.
Siguiendo sus recomendaciones, se produjeron los siguientes cambios en el Oficio Asesinorum:
- Los Templos de Asesisnos fueron dispersados por distintas localizaciones, de forma que si uno de ellos caía bajo la influencia de criaturas alienígenas, demoníacas, o sucumbían a la herejía, los otros seguirían indemnes.
- Cualquier asesinato debía ser previamente ratificado por los votos de las dos terceras partes del Senatorum Imperialis.
- Todos los asesinatos debían ser registrados en un detallado informe de las actividades llevadas a cabo durante la misión, el cual estaría en todo momento a disposición de una inspección Inquisitorial.
- Todos los asesinos, a excepción de los del Templo Eversor, debían someterse periódicamente a una nueva psico-adoctrinación, la cual seríaa supervisada por la Inquisición si ésta lo consideraba necesario.
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